SALVOS PARA SERVIR

 

“¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. ¿No sabéis que, si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero gracias a Dios, que, aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que, así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.” Romanos 6:15-19 (https://my.bible.com/bible/149/ROM.6.15-19)

¿Qué es servir?

Servir se define como trabajar para una persona o institución, ocupándose de determinadas tareas, cargos, oficios u obligaciones, en calidad de subordinado. Es decir, bajo las órdenes de alguien.

En la iglesia, servir está definido por un sometimiento voluntario a la voluntad de Dios, y a las necesidades de la congregación de los santos.

El servicio a Dios es lo más grande que puede existir en este mundo, es el más alto privilegio, puesto que estaremos a disposición del Dios único y verdadero. Todo lo que se haga para esta tierra aquí se quedará y perecerá, pero todo lo que se haga para Dios permanecerá.

El servicio va más allá de hacer lo que nos gusta, o estar en las posiciones que se anhelan.  Consiste en entender que la vida no es de la persona sino de Dios para ser usada donde y cuando Él la necesite, es ser dirigido y manejado por Dios, es saber que Él es el dueño, y nosotros somos sus esclavos voluntarios, que nada nos pertenece, que todo es de Él.

¿Por qué servimos?

La Biblia nos enseña que antes de conocer a Jesús, nosotros éramos contados como enemigos de Dios. Ya que cuando estábamos lejos de Dios, nosotros éramos esclavos del pecado. Entregados a cosas que lo único que traían a nuestra vida era dolor, arrepentimientos y finalmente la muerte como nos lo mostró la lectura que acabamos de hacer.

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” Romanos 5:8-10 (https://my.bible.com/bible/149/ROM.5.8-10)

En la Iglesia reconocemos que Dios ha hecho un sacrificio enorme por la salvación de la humanidad, todo a un precio que nunca seríamos capaces de pagar por más que nos esforcemos. De ahí que surge una pregunta: ¿Cómo podemos pagar lo impagable?

“Pues habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” 1corintios 6:20 (https://my.bible.com/bible/149/1CO.6.20)

Cuando nos disponemos para servir a Dios, hablamos de estar listos y disponibles para Él, en todo lugar, a toda hora. Descubriremos el comienzo de una maravillosa vida; llena de posibilidades y oportunidades, de las que antes nada sabíamos y ahora tenemos una meta permanente: Hacer la voluntad de Dios, ya que no podemos conformarnos con entregarnos a él, debemos entender cuál es el propósito de Dios para con nuestra nueva vida.

“Jehová cumplirá su propósito en mí…” Salmos 138:8 (https://my.bible.com/bible/149/PSA.138.8)

¿De qué manera debemos servir a Dios?

“Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?” Deuteronomio 10:12-13 (https://my.bible.com/bible/149/DEU.10.12-13)

Servir es ofrendarme para que otras personas sean bendecidas, de tal forma que lo que se haga sea directamente para Dios y no buscando los aplausos o exaltaciones terrenales.

“no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre.” Efesios 6:6-8 (https://my.bible.com/bible/149/EPH.6.6-8)

Siendo parte del cuerpo de Cristo, cada miembro por mínimo o pequeño que se vea, tiene una función, cada uno debe estar en actividad para crecer y ser edificado. El cuerpo humano tiene muchos miembros, pero por pequeños o insignificantes que aparenten ser, deben cumplir su función a cabalidad para que junto a los demás miembros del cuerpo se logre un pleno crecimiento y desarrollo espiritual.

“Porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo (…) Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles son los más necesarios; y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente, apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos? Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aún más excelente.” 1 Corintios 12:12-31 (https://my.bible.com/bible/149/1CO.12.12-31)

Ten en cuenta que una mano no puede hacer lo mismo que hace el riñón por más que se esfuerce. Por tanto, no busques hacerlo todo en la Iglesia, procura los mejores dones para que así mismo la Iglesia sea edificada.

Tampoco menosprecies la labor que tú o tu hermano realizan en la Iglesia. Pues coger una escoba, lavar un baño o incluso clavar una puntilla son labores necesarias e importantes en la Iglesia. Si eres predicador, nunca pienses que eres mejor que el que hace aseo y el mantenimiento. Pues de poco sirve un poderoso mensaje en una congregación que se cae a pedazos.

“Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.” S. Mateo 23:8-12 (https://my.bible.com/bible/149/MAT.23.8-12)

Ser miembros diferentes dentro de una congregación nos ayuda a ser más eficientes como iglesia, ayudando a repartir las cargas entre nosotros.

No caigamos en el error de creer que somos indispensables en la Iglesia, pues a veces nos adueñamos fuertemente de un cargo o una función que llegamos a pensar que sin nosotros la iglesia se irá a pique.

Tampoco caigamos en la mentira de que Dios nos “Tiene” que recompensar por nuestro servicio. Pues aún con todo el trabajo de nuestra vida, no hay como pagar la inmensa salvación que Él nos dio por su amor, gracia y misericordia.

“Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad;…” Josué 24:14 (https://my.bible.com/bible/149/JOS.24.14)

No permitamos que el pecado manche nuestro servicio, y mucho menos pretendamos creer que llevando una doble vida el Señor se agradará de nuestro servicio. si lo que queremos es honrar al Señor con toda nuestra vida, es necesario ser diligentes en nuestra vida espiritual de manera que con sus fuerzas y sabiduría, sepamos cómo hacer las cosas conforme a su corazón.

“Si temiereis a Jehová y le sirviereis, y oyereis su voz, y no fuereis rebeldes a la palabra de Jehová, y si tanto vosotros como el rey que reina sobre vosotros servís a Jehová vuestro Dios, haréis bien.” 1 Samuel 12:14 (https://my.bible.com/bible/149/1SA.12.14)

Tampoco permitamos que las corrientes del mundo nos lleven a hacer lo que no le agrada a Dios, pues es my necesario que estemos firmes en nuestro lugar, ya que los ataques pueden venir y lo mejor es estar preparados.

“El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.” S.Juan 12:25-26 (https://my.bible.com/bible/149/JHN.12.25-26)

Finalmente, si tu caso es que no le sirves a Dios, por “falta de experiencia” o quizás por “inseguridad de ti mismo(a)” o simplemente porque “no sientes el llamado”, quiero recalcar que el servicio a Dios hace parte vital de una vida Cristiana exitosa. Pues no ayuda mucho cuando nos ponemos en el plan de “recibir y recibir”, porque ser solamente oidores nos convierte en cristianos mediocres los cuales sienten finalmente vergüenza del evangelio en el que dicen haber creído. No estoy diciendo que te conviertas en un súper predicador (aunque si lo hicieras sería excelente), sino que con toda tu vida Sirvas al Señor. Con tu testimonio, tu caracter, tu trabajo, tu actitud, tus ganas de aportar tu grano de arena en la obra del Señor… No te sigas desperdiciando.

“Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.” Romanos 12:10-13 (https://my.bible.com/bible/149/ROM.12.10-13)

No olvides que Servirle a Él es lo mínimo que debemos hacer como señal de agradecimiento, sujeción y obediencia.

“Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.” Romanos 14:8 (https://my.bible.com/bible/149/ROM.14.8)

Bendiciones.